Soles que sajan mente

La costra neural del sistema eterno, saboreando cada esquina de su piel, come la yerta carne, el vómito saliente de su flor. 

Imagen del metraje "Canibal", de Manuel Martín Cuenca.

Las convexas esquinas

Cuartea el arrastre del frío, el éxtasis hediente de los gritos emplumados, las olas pulsantes de una pasión agónica, estructural en su delirio. 

Imagen del metraje "Las amisatdes peligrosas", de Stephen Frears. 

El desgarro

Rasgó el velo de aquella Pólux iridiscente, el encuadre que eleva quebrar, romper el espasmódico grito de la sangre. 

Imagen del metraje "Lady Macbeth", de William Oldroyd. 

Augurio

Las estrellas bordean la podrida estática de los cromados amaneceres, la vastedad del absolutismo.

Imagen del metraje "Sunshine", de Danny Boyle. 

Nostalgia

El dislocado amperio de ingrata soledad, inicio de fragmento apolillado, torna nívea la carne gris. 

Imagen de Sofía de Grecia. 

Aridez

Apestáis vuestro canto con el aroma ampuloso del pulso estéril. 

Imagen del metraje "Juana la Loca", de Vicente Aranda. 

Recato

El velado reproche le supo a santidad, a delimitada quiebra, a disonancia y ardor, a acote de tendón, a meloso y febril río menstrual de unción. 

Imagen del metraje "A Scanner Darkly", de Richard Linklater. 

Ena

Ante la estática podrida, inerte y olorosa, los segmentos puercos de la sangre elevan cantos, sostienen un conjunto de azules horas. 

Imagen de Victoria Eugenia de Battenberg.

Supeditaciones divinas

Recoge el aire y lame los párpados, la miel de su ambarino contorno, el solsticio etéreo de su cárcava. 

Imagen de una cabeza de perro. Pertenece a la colección de cadáveres de Jeffrey Dahmer. 

Injertos

Juegas en la hendidura de mi boca, atacas la estricta evacuación de mis anhelos. 

Imagen del metraje "El caso Lewinsky", de Scott Alexander y Larry Karaszewki. 

Las correcciones

Todo su cuerpo erectaba bordeado de estrellas, cosido el rostro bajo la sorda hipoxia de una construcción antropófaga. 

Imagen de Issei Sagawa. 

Desintegraciones

Yacía espejada y doliente, soterrada por entre la alambicada neblina angulosa de su razón. 

Imagen del metraje "El exorcista", de William Friedkin.